Los géminis adoran el juego de la seducción, tal vez incluso más que el propio acto sexual. Para fascinarles de forma continuada, hay que acariciarles, sobre todo, el pecho, el torso y los brazos. Un suave masaje en las axilas y los dedos también le gustará.
La comunicación es muy importante para los géminis. Por eso, mientras hace el amor también necesita palabras, aunque luego caigan en saco roto.